Como todo el mundo sabe, la seda es un tejido muy delicado y caro. Es una fibra proteica de origen animal con una historia muy antigua, que se remonta al año 3000 a. C. en el antiguo y longevo imperio chino y que aún hoy se obtiene siguiendo un proceso muy largo y complejo.
Suave, transpirable y ligera, la seda es un material capaz de embellecer y confeccionar prendas únicas de gran valor , como ropa de boda y formal, camisas, vestidos de noche, diversos tipos de complementos como corbatas y pajaritas y mucho más. Se trata de una fibra con unas cualidades cuanto menos extraordinarias, que entre sus innumerables puntos fuertes es también extremadamente absorbente y resistente tanto al fuego como al desgarro.
Sin embargo, la seda es un material que, además de ser brillante, elegante y cómodo, también tiene algunas desventajas y entre ellas está la dificultad de lavar y sobre todo planchar este preciado material . El lavado se puede hacer a mano o en lavadora a temperatura inferior a 40º pero hay que tener sumo cuidado ya que es un tejido extremadamente delicado.
En cuanto a la operación de planchado, también requiere que se sigan reglas precisas para evitar inconvenientes desagradables. Es un procedimiento bastante complejo, pero utilizando el equipo adecuado y siguiendo todos los consejos indicados en esta breve guía, es posible planchar seda en muy poco tiempo y sobre todo sin dañarla.
Necesario para planchar la seda de manera profesional.
· Plancha y tabla de planchar;
· tela de algodón u hoja de papel de seda;
· botella de spray con agua.
Planchado de seda: así es como se hace
Para planchar la seda de forma eficaz y sin dañarla, primero hazte con todo lo necesario y tenlo a mano. En primer lugar, comprueba que la suela de tu plancha esté limpia y sin manchas . En caso contrario, limpie bien la placa con un paño y una mezcla de agua y bicarbonato, frotando con cuidado hasta que quede brillante y séquela bien antes de usarla. Luego ajuste el calor de la plancha eligiendo una temperatura adecuada, siempre por debajo de 120°.
Una vez hecho esto, coge tu prenda de seda y humedécela ligeramente con agua: de esta forma, será mucho más fácil aplanar los pliegues de la tela y evitar desagradables quemaduras.
Luego tome un paño de algodón ligero o una hoja de papel tisú o papel de hornear y colóquelo sobre la plancha. Posteriormente, se aconseja dar la vuelta a la prenda de seda a planchar y alisar bien el tejido para minimizar las ondulaciones del tejido y facilitar el movimiento de la plancha. Luego, coloque un segundo paño de algodón sobre la superficie a planchar. Tome una plancha limpia y utilícela en la tela con movimientos suaves y circulares sobre toda el área a planchar . Presta mucha atención a la presión y no dejes la plancha en el mismo lugar por mucho tiempo. Es necesario realizar movimientos delicados y lentos para evitar quemaduras.
Por último, cuelga tu vestido de seda bien planchado en una percha y deja que la tela se enfríe un rato antes de ponerte la prenda o guardarla en el armario.
Si estás de viaje o no tienes disponible la plancha y la tabla de planchar de tu cuarto de planchado personal pero quieres lucir tu vestido de seda favorito, puedes remediar esta carencia de otra forma: simplemente humedece la seda con un poco de agua y suavemente extiende la tela con las manos para eliminar las arrugas, siempre con mucho cuidado de no rasgar la prenda. ¡La fuerza de la gravedad te ayudará a tener una prenda perfectamente libre de arrugas!